Inteligencia emocional, ¿un trampolín para el éxito?

La entrada en el mundo laboral es una de las experiencias más importantes en la vida de un estudiante. Las entrevistas de trabajo pueden suponer una auténtica barrera para futuros candidatos a un puesto de trabajo. Ahora, las organizaciones ya no solo buscan personas con un alto nivel de conocimiento en una materia. Los departamentos de recursos humanos requieren algo más que un currículum: buscan personas con habilidades y competencias emocionales.

Consciente de esta nueva realidad Florida Universitària ha organizado una sesión de trabajo con el alumnado de todas sus titulaciones de ciclos formativos de grado superior en la que el coach y formador José Angel Traver. Durante la jornada, el experto ha mostrado la importancia de explorar la “inteligencia emocional” para desarrollar las competencias o habilidades blandas que más valoran las organizaciones: iniciativa, creatividad, resiliencia, adaptabilidad, capacidad de persuasión, empatía, autocontrol, automotivación, autosuperación o trabajo en equipo. Esas cualidades pueden decantar la balanza no solo en un proceso de selección. A juicio del experto, quien logra cuidar sus pensamientos puede crear su realidad. 

“Nuestro cerebro lo controla todo. Nuestras funciones vitales, nuestros pensamientos… pero también nuestras emociones. Por ello cada vez se hace más necesario entrenar nuestra mente para afrontar la vida con una actitud positiva”. En esta línea, ha indicado, “la inteligencia emocional nos sirve, por ejemplo, para para tener una vida más sana, para comprender mejor a los demás y desarrollar la empatía o para adaptarse mejor a las situaciones difíciles”.

En su conferencia el ponente ha explicado cómo funciona y qué relación tiene nuestra mente con nuestro cuerpo. En este proceso –ha dicho- “debemos analizar y diferenciar lo que son emociones y sentimientos y ser conscientes de la importancia de las habilidades blandas, saber enfrentarse al rechazo o conocer qué puede aportarnos felicidad. Cuando tengamos conciencia de todo ello podremos relacionarlo con las demandas actuales de las empresas y las claves para tener éxito en la búsqueda de empleo”.

Traver ha recordado que el concepto de Inteligencia Emocional, que fue introducido por el profesor Daniel Goleman y se basa en cinco dimensiones personales y emocionales: autoconocimiento emocional, autocontrol emocional, automotivación, empatía y habilidades sociales.

La dimensión emocional aplicada al mundo laboral nos lleva a trabajar aspectos como nuestra capacidad de comunicación, habilidades sociales, autocontrol, auto-concepto y autoestima, una combinación perfecta –según el experto- para lograr el éxito profesional.