Enric Bernabé: “La producción ecológica y la venta directa son las claves para que el pequeño agricultor pueda vivir del campo”

Enric Bernabé es el promotor de La Cistella Verda, un e-commerce que desde Vilamarxant ofrece productos ecológicos, de Km 0, artesanos y de proximidad. La empresa está comprometida con los productores locales, de entornos rurales y artesanos, especialmente con los que disponen de certificación ecológica.

Recientemente ha participado en el programa Emprendeaventura 2021, iniciativa financiada por la Diputación de Valencia dentro de su política de apoyo al territorio rural y de lucha contra la despoblación.

¿Cómo surgió La Cistella Verda?

El proyecto de La Cistella Verda se fue construyendo poco a poco. Tras heredar las tierras familiares en Vilamarxant en las que cultivábamos naranjas y mandarinas, me decidí a continuar con la actividad agraria. Los años pasaban y todo se encarecía, pero los precios pagados al agricultor no aumentaban. Todo lo contrario. Esto supuso el hecho fundamental para plantearme enfocar la actividad de una forma distinta como lo había hecho hasta el momento. Decidí dar el salto al modelo ecológico y distribuir directamente el producto.

"La Cistella Verda ofrece productos ecológicos, de Km 0, artesanos y de proximidad"

Actualmente somos un comercio electrónico y utilizamos las redes sociales para promocionar nuestros productos y el de otros agricultores y productores. Podemos poner en la mesa del cliente nuestras naranjas y mandarinas en 24 horas, pero también nos desplazamos por el territorio, especialmente a las comarcas del interior de Valencia, donde tenemos grupos de consumidores con los que periódicamente estamos en contacto.

¿Qué tipos de productos ofrecéis desde La Cistella Verda?

Nuestro producto principal son las naranjas ecológicas y las mandarinas de residuo cero. Esos son los frutales que cultivamos y recolectamos directamente en nuestros campos. Pero además ofrecemos otros productos como aceite ecológico, miel y queso artesanal, vino de autor… todos ellos de proximidad ecológicos, artesanales y de kilómetro cero.

"Las zonas rurales valencianas están llenas de oportunidades" 

Tenemos una serie de productores colaboradores en municipios como Ademuz, Villar del Arzobispo o Barxeta con los que colaboramos activamente desde La Cistella Verda y les ofrecemos nuestro portal como un canal de venta directo de sus productos.

¿Por qué es importante consumir productos ecológicos, artesanos o de proximidad?

Hoy en día es importantísimo por varios motivos. En primer lugar, porque si consumimos productos de proximidad estamos evitando intermediarios y el agricultor está recibiendo un precio justo por su producto. En segundo lugar, porque se trata de productos de una alta calidad y saludables, que van directos del campo a la mesa. Y en tercer lugar, porque al consumir este tipo de productos estamos ayudando al medio ambiente, reduciendo las emisiones de CO2 que toda actividad de transporte no cercana genera.

¿Por lo que dices, iniciativas como La Cistella Verda ayudan a que los productores obtengan un precio digno por su producto?

En efecto, así es. Los precios que recibe el agricultor se mantienen iguales desde hace décadas. Es más, algunos son inferiores. En cambio, los productos que utilizamos en los campos, que en nuestro caso son ecológicos pues no utilizamos ningún tipo de fitosanitario, no han parado de crecer. Los agricultores no podemos vender nuestro producto por debajo de los costes, eso es inasumible.

"La producción ecológica y la venta directa son las claves para que el pequeño agricultor pueda vivir del campo con dignidad y desde La Cistella Verda ayudamos a conseguirlo"

La Cistella Verda nace en Vilamarxant y tiene una implicación muy importante con el ámbito rural ¿Qué oportunidades ofrece este territorio?

Las zonas rurales valencianas están llenas de oportunidades. Lo importante es descubrirlas, creer en ellas y en nuestras aptitudes y trabajar para que esas oportunidades se conviertan en realidades. Por ejemplo, podemos promocionar la reintroducción de la agricultura, generar marcas locales y de proximidad, cultivar con criterios ecológicos… y así llegar a ofrecer nuestro producto a mercados que están en crecimiento.

Estamos llenos de riquezas en cada territorio y debemos trabajar en red para aprovechar ese potencial. Si conseguimos mantener y mejorar la actividad agraria, los jóvenes no dejarán las zonas rurales, asentarán allí sus familias y con ello conseguiremos mantener la población.